Guillermo Calderón pertenece a una familia de ceramistas de La Palma. En 1993 se creó el taller de cerámica con la necesidad e interés por los elementos aborígenes de la isla de la Palma que aparecen en las vasijas de cerámica. Podemos considerar que tiene dos líneas de trabajo: aquella dirigida sobre todo a los productos pensados para los foráneos, que representan elementos simbólicos asociados a La Palma: como las vasijas y en general elementos decorados con adornos de inspiración aborigen; sus tradicionales grajas, enanos etc. Y por otro lado una línea de diseño más moderna e inspiracional con la que crea objetos muy originales como las teteras con las que ha hecho incluso exposiciones.
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Comparte espacio de creación y venta con sus sobrinos que ya son también artesanos ceramistas, garantizando así la continuidad de su legado familiar.
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